En nuestra Congregación, la misión se vive a través de distintos estilos de vida: hermanas apostólicas, hermanas contemplativas y compañeras en la misión. Cada una responde al llamado con su propia entrega y compromiso, enriqueciendo nuestra comunidad con su presencia y servicio. Juntas, compartimos un mismo propósito y trabajamos para hacerlo realidad. A través de estos diversos caminos, vivimos nuestra vocación, cada uno con un papel esencial en nuestra misión y espiritualidad. Te invitamos a conocer las formas en que respondemos.
Las Hermanas Contemplativas se dedican a una vida de oración y meditación profunda, centrada en la unión con Dios. Su misión es apoyar la vida espiritual de la comunidad a través de la oración constante y la reflexión. A través de su vida contemplativa, fortalecen la espiritualidad de la congregación y ofrecen un apoyo espiritual inestimable a las demás hermanas y a la comunidad en general.
Las Hermanas Apostólicas están comprometidas con el servicio activo en la comunidad. Su misión incluye trabajar en áreas como la educación, el cuidado de los necesitados y la promoción de la justicia social. Se involucran directamente en actividades y proyectos que responden a las necesidades del entorno. Contribuyen a la misión a través de su dedicación al servicio directo, llevando el mensaje del Buen Pastor a las comunidades que necesitan apoyo y transformación.
Partners en la misión
Los Laicos o Partners son personas que, aunque no pertenecen a la vida religiosa, colaboran activamente con la congregación. Su compromiso es fundamental para el desarrollo y la expansión de nuestra misión. Su apoyo y contribución enriquecen nuestra misión, proporcionando recursos y habilidades que complementan el trabajo de las hermanas y ayudan a alcanzar nuestros objetivos comunitarios y sociales.