En 2015, Ecuador tenía una población de 16 millones de personas, de las cuales aproximadamente 6 millones eran niños, niñas y adolescentes, representando el 36% del total. A pesar de los avances en la asistencia escolar, persisten problemas de abandono y rezago educativo, exacerbados por la pobreza. Esta situación coloca a muchos jóvenes en riesgo de exclusión educativa, violencia, y problemas como el consumo de alcohol y drogas.